En Vigo, un joven de 23 años ha sido arrestado acusado de agredir físicamente a su hijo de siete meses, dejando marcas de mordeduras en su rostro. La custodia del menor ha sido retirada a los padres, pasando a ser responsabilidad de la Xunta. El acusado, defendido por su letrado, niega las acusaciones alegando una coartada laboral y diferencias en las marcas dentales.
La alerta se dio cuando la madre del infante, de 19 años, acudió al Hospital Álvaro Cunqueiro el 31 de enero para atender las heridas del bebé, donde además se detectaron lesiones previas. El caso, considerado de maltrato infantil, ha llevado a una investigación judicial y al descubrimiento de un entorno familiar y vivienda en condiciones precarias.
El padre, que se encontraba escondido hasta su detención, enfrenta ahora restricciones judiciales, incluida la prohibición de acercarse al bebé. La defensa insiste en la inocencia del acusado, atribuyendo las acusaciones a un conflicto con la madre del menor.
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