Las mariscadoras viguesas están ante el momento más importante del año, la Navidad. Es por eso, y ante la temible amenaza de los pescadores furtivos de un manjar muy codiciado, las mariscadoras de la ciudad olívica se han organizado para vigilar los puntos de captura de este producto.
Labor incansable para salvaguardar un marisco, que se supone un alto porcentaje de los ingresos anuales. Una situación que ha llevado a la denuncia de unos pescadores que han recalcado que “nos quitan el pan de nuestros hijos, en el peor momento y ante las subidas de precios en todo”.
Para conseguir una actuación efectiva los integrantes de la cofradía se encuentran apoyados por guardapescas y demás trabajadores que, mediante turnos de vigilancia nocturna, buscan disuadir a los que intentan capturar de forma ilegal marisco.
Cazadores furtivos que están siendo identificados.
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